Manejaba lo mas rápido que podía entre las avenidas, ella atrás, el viento jugaba con su cabellos, sentía que por ratos sus brazos y sus manos me abrazaban como si fuera la última, podría jurar que me abrazaba y en el recorrido de la moto sentía su cara pegada a mi espalda como queriendo no soltarse nunca, me atrevería a jurar que me beso la espalda como opción de ternura, suspiraba por ella; es posible que este pasando todo eso?.
Hoy en la
tarde di por terminado todo esto, pensé que lo mío era pensar en mis cosas, mis
asuntos y que no cabía pensamiento sensorial para nada, suficiente tengo con
mis quehaceres, creo que ya basta de tanta cursilería. No sé en qué momento decidí terminar mi noche
rumbo a alguna parte con ella, justamente ella que mueve mi mundo, lo
pensé, y era lo más justo para los dos,
como dicen, si vas a un casino a probar suerte, es mejor retirarse mientras
ganas; el problema es el mismo principio, uno nunca hace caso estos dichos,
siempre se tiene la seguridad que tu momento de buena fortuna llegara de un
momento a otro.
Sabía que no
llamaría, sabía que no sabría nada en buen tiempo de ella; solo me llamo y ya, solo quiso saludarme,
solo quiso saber que hacía, no sé, no me importaba, solo quería hacer lo que
estaba haciendo, mi desdén no fueron suficientes para evitar llamadas
sucesivas. Y la historia se repite:
“puedes venir
hoy a recogerme…”
Solo eso, y
suficiente para estar yo ahí con ella, sería distinto a otros días, me
pregunto, la verdad no lo sé. Hacemos una parada en un grill de la av. Brasil,
le digo que quiere, cualquier cosa me dice, ok, está bien, entonces pido por
los dos, total, sabía que de algo tendríamos que hablar, me veo bien, eso creo,
sonrió, quiero saber que sucede, si bien entre los dos sabemos que nada de esto
va, pero igual ella insistió en verme de nuevo, esta bien acá estoy quiero
escucharla, su mirada esconde preocupación, inestabilidad, es la misma mirada
esquiva de alguien que guarda mucho por dentro y dice poco, quiero entenderla,
tal vez no sea lo más correcto, le pregunto cosas, no hay conversación, solo un
monologo sin sentido, creo que esto es ya cansador, digo para mi, suficiente
pienso , hago un silencio y busco paz dentro de mí, no sé qué hago acá, es incomodo
estar con alguien que no dice nada solo
te dice cuéntame algo, cielos, que mal se ve esta reunión, ok, digo lo que
venga; y es cuando todo empieza, es
cuando me doy cuenta que a veces estar en silencio y dejar de hablar mucho es cuando la timidez
y eso que llevas dentro siente que debe salir, a veces funciona mejor, toma por primera vez la palabra, y empieza:
“estoy en un
dilema”
“ok, compártelo,
te escucho”
“hoy vi a mi
ex, me pidió volver”.
Por increíble
que parezca, no me llamaba la atención, me parecía historia conocida, sentía normal
esta situación, no me extraña, la miraba tal cual uno observa un desenlace en
la tv y sabe que lo sabe, y que no es con uno, podía observarla tranquilo, sin
ese sentimiento de angustia que alguna vez tuve mucho tiempo atrás, ante situación
similar o igual por haci decirlo, en contraparte, me dio curiosidad escuchar, y
es cuando la reunión se empezó a poner interesante.
“en serio,
hoy viste a tu ex……?”.
“si, no me lo espere, el solo me encontró,
conversamos, y no sé, creo que aun siento cosas por él, él fue el primer hombre
en mi vida, y siento que aun lo amo, pero no sé, siento que si vuelvo las cosas
van a ser como antes, solo terminaremos peleándonos; me dijo muchas cosas, me
hizo recordar cosas que solo él y yo vivimos, no sé como explicártelo”.
En mi mente respondía,
no tienes nada que explicarme, se exactamente lo que siente, lo que quieres decirme,
se que pasa, yo probé de eso que recién tu experimentas y que quieres contarme,
se que se siente estar del otro lado del mostrador.
“pero por
otro lado hay un chico, que me ofrece su buen corazón y sus buenas intenciones,
me gustaría intentarlo con él, ofreció compartir su vida conmigo sin remilgos y
sin compromisos, el es soltero, su familia me acepta y es de sano proceder…..”
En este
segundo punto, el dilema la tuve yo ahora, tal vez se refería a mí, la
inteligencia y la malicia van de la mano, tenía que tomar con pinzas cualquier apreciación
que pudiera dársela.
Si bien es
cierto, sentí honestidad, también sentí que pisaba un terreno en el cual tal
vez yo no tenía espacio, en esta conversación yo no figuraba como opción de
tenerme en constancia ni compartir nada conmigo, era lógico, después de algunas
cosas que pasamos, yo me pregunto, era lógico que ni me mencionara, era normal
no ser yo la cuarta opción, porque había una tercera opción, la tercera opción era la de viajar, por
cierto, me menciono de un viaje que ella haría, ahora lo entiendo, el viaje era
metáfora, ese día ella decidía, que rumbo ella tomaría, era lógico entonces,
para mí la versión oficial es que ella estaría de viaje por un tiempo
indeterminado, entendí que de eso se
trataba cuando me mencionaba que viajaría, era astuta, tres opciones, no ,solo
dos, y una excusa para olvidar.
Entendí la conversación,
creo que lo necesitábamos, algo me decía
que era más productivo no haberla
llevado a mi cuarto ese día, para los dos era mejor conversar en un ambiente publico en donde ella pueda pudiera expresarse sin sentirse cohibida
por esa sensación de placer carnal y amor inexacto que vivíamos hasta ese
entonces.
“ya me llene,
nos vamos”
“si claro nos
vamos”
Camino a casa...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario