20 de septiembre de 2013

45 mph





Manejaba lo mas rápido que podía entre las avenidas, ella atrás, el viento jugaba con su cabellos, sentía que por ratos sus brazos y sus manos me abrazaban como si fuera la última, podría jurar que  me abrazaba y en el recorrido de la moto sentía su cara pegada a mi espalda como queriendo no soltarse nunca, me atrevería a jurar que me beso la espalda como opción de ternura, suspiraba por ella; es posible que este pasando todo eso?.

 
Hoy en la tarde di por terminado todo esto, pensé que lo mío era pensar en mis cosas, mis asuntos y que no cabía pensamiento sensorial para nada, suficiente tengo con mis quehaceres, creo que ya basta de tanta cursilería.  No sé en qué momento decidí terminar mi noche rumbo a alguna parte con ella, justamente ella que mueve mi mundo, lo pensé,  y era lo más justo para los dos, como dicen, si vas a un casino a probar suerte, es mejor retirarse mientras ganas; el problema es el mismo principio, uno nunca hace caso estos dichos, siempre se tiene la seguridad que tu momento de buena fortuna llegara de un momento a otro.


Sabía que no llamaría, sabía que no sabría nada en buen tiempo de ella;  solo me llamo y ya, solo quiso saludarme, solo quiso saber que hacía, no sé, no me importaba, solo quería hacer lo que estaba haciendo, mi desdén no fueron suficientes para evitar llamadas sucesivas. Y la historia se repite:


“puedes venir hoy a recogerme…”


Solo eso, y suficiente para estar yo ahí con ella, sería distinto a otros días, me pregunto, la verdad no lo sé. Hacemos una parada en un grill de la av. Brasil, le digo que quiere, cualquier cosa me dice, ok, está bien, entonces pido por los dos, total, sabía que de algo tendríamos que hablar, me veo bien, eso creo, sonrió, quiero saber que sucede, si bien entre los dos sabemos que nada de esto va, pero igual ella insistió en verme de nuevo, esta bien acá estoy quiero escucharla, su mirada esconde preocupación, inestabilidad, es la misma mirada esquiva de alguien que guarda mucho por dentro y dice poco, quiero entenderla, tal vez no sea lo más correcto, le pregunto cosas, no hay conversación, solo un monologo sin sentido, creo que esto es ya cansador, digo para mi, suficiente pienso , hago un silencio y busco paz dentro de mí, no sé qué hago acá, es incomodo estar con alguien que no dice  nada solo te dice cuéntame algo, cielos, que mal se ve esta reunión, ok, digo lo que venga;  y es cuando todo empieza, es cuando me doy cuenta que a veces estar en silencio  y dejar de hablar mucho es cuando la timidez y eso que llevas dentro siente que debe salir, a veces funciona mejor,  toma por primera vez la palabra,  y empieza:

“estoy en un dilema”

“ok, compártelo, te escucho”

“hoy vi a mi ex, me pidió volver”.


Por increíble que parezca, no me llamaba la atención, me parecía historia conocida, sentía normal esta situación, no me extraña, la miraba tal cual uno observa un desenlace en la tv y sabe que lo sabe, y que no es con uno, podía observarla tranquilo, sin ese sentimiento de angustia que alguna vez tuve mucho tiempo atrás, ante situación similar o igual por haci decirlo, en contraparte, me dio curiosidad escuchar, y es cuando la reunión se empezó a poner interesante.

“en serio, hoy viste a tu ex……?”.

“si,  no me lo espere, el solo me encontró, conversamos, y no sé, creo que aun siento cosas por él, él fue el primer hombre en mi vida, y siento que aun lo amo, pero no sé, siento que si vuelvo las cosas van a ser como antes, solo terminaremos peleándonos; me dijo muchas cosas, me hizo recordar cosas que solo él y yo vivimos, no sé como explicártelo”.

En mi mente respondía, no tienes nada que explicarme, se exactamente lo que siente, lo que quieres decirme, se que pasa, yo probé de eso que recién tu experimentas y que quieres contarme, se que se siente estar del otro lado del mostrador.

“pero por otro lado hay un chico, que me ofrece su buen corazón y sus buenas intenciones, me gustaría intentarlo con él, ofreció compartir su vida conmigo sin remilgos y sin compromisos, el es soltero, su familia me acepta y es de sano proceder…..”

En este segundo punto, el dilema la tuve yo ahora, tal vez se refería a mí, la inteligencia y la malicia van de la mano, tenía que tomar con pinzas cualquier apreciación que pudiera dársela.

Si bien es cierto, sentí honestidad, también sentí que pisaba un terreno en el cual tal vez yo no tenía espacio, en esta conversación yo no figuraba como opción de tenerme en constancia ni compartir nada conmigo, era lógico, después de algunas cosas que pasamos, yo me pregunto, era lógico que ni me mencionara, era normal no ser yo la cuarta opción, porque había una tercera opción,  la tercera opción era la de viajar, por cierto, me menciono de un viaje que ella haría, ahora lo entiendo, el viaje era metáfora, ese día ella decidía, que rumbo ella tomaría, era lógico entonces, para mí la versión oficial es que ella estaría de viaje por un tiempo indeterminado,  entendí que de eso se trataba cuando me mencionaba que viajaría, era astuta, tres opciones, no ,solo dos, y una excusa para olvidar.

Entendí la conversación, creo que lo necesitábamos, algo  me decía  que era más productivo no haberla llevado a mi cuarto ese día, para los dos era mejor conversar en un ambiente  publico en donde ella  pueda pudiera expresarse sin sentirse cohibida por esa sensación de placer carnal y amor inexacto que vivíamos hasta ese entonces.

“ya me llene, nos vamos”

“si claro nos vamos”

Camino a casa...





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